Por José Patiño Patiño
Desde hace varios años, los ciudadanos nos venimos quejando de los malos gobiernos, por las acciones que en ocasiones realizan los policías de las diferentes corporaciones, de que son abusivos, de que no respetan al ciudadano, que se meten a las casas sin orden judicial y simplemente por que no levantan una infracción al conducir nuestro vehículo.
Sin embargo tal parece que actuamos con doble personalidad, una en que exigimos justicia y se aplique con todo el rigor de la Ley, con la otra cara, cuando por alguna razón nos detiene un policía, siempre le buscamos que no nos levante la infracción y le hacemos una serie de comentarios reales o irreales, para tratar de no pagar la multa y buscamos mejor arreglarnos con el agente y de esa manera no tener que acudir ante las autoridades superiores.
Con tal actitud, nos ponemos ante la alternativa, de exigir justicia, o que no se aplique cuando nos toca a nosotros.
Por fin que es lo que buscamos, que la Ley se respete, o que sigamos como hasta la fecha, con las mismas costumbres de siempre, pues tal parece que los cambios no nos convienen, o queremos hacer lo de siempre, que pongan orden en los demás menos en nosotros.
No es sin duda la manera de corregir un problema, somos o no somos, exigimos la aplicación de la Ley, siempre y cuando no sea para nosotros y nos ponemos en la coyuntura de exigir la aplicación de la Ley, que no haya corrupción , que no se tenga la inseguridad, y que no exista la corrupción, pero si es para el vecino, que lo hagan, pero si es para nosotros, hay que arreglarnos con el agente.
Con ese tipo de actitudes, sin duda jamás vamos a encontrar una sociedad capaz de exigir justicia y se termine la corrupción, pues nosotros mismos la generamos y la apoyamos, aunque en nuestros comentarios con los amigos, sea distinta y de intransigencia ante la impunidad en la que vivimos,
Con esa manera de actuar, jamás podremos tener un verdadero país de Leyes, si una mayoría siempre busca burlarse de la Ley, en complicidad con quienes tienen la obligación de aplicarla.
Por lo tanto, nuestra demandas no tienen ni tendrán eco ante las autoridades, y además, porque si levantamos una denuncia contra un servidor público, ya no la ratificamos, para que los responsables de hacer justicia, puedan actuar, y por lo tanto siempre criticamos que mas tarda en cometer un delito una persona, que salir de la cárcel.
La ratificación de la denuncia que se hace en la Comandancia o ante el Agente del ministerio Público, es la base para darle seguimiento y poder sacar la orden de arresto en contra del acusado, pero si no lo hacemos, estamos dejando a que el delincuente, abandone a la brevedad posible su arresto y lo dejen salir de la cárcel.
Por lo anterior, mientras sigamos actuando igual como ahora, jamás se van a corregir las cosas, y seguiremos actuando como lo hacemos solamente, sin preocuparnos de cambiar nuestra manera de ser, de ser mas responsables, y solamente nos conformaremos al echarle la culpa a los demás, al no reconocer nuestros errores.
Los cambios los debemos hacer los ciudadanos de manera personal, y cuando ya nos acostumbremos a cambiar y a actuar de manera correcta, entonces si tendremos también el derecho de exigir a que se terminen los vicios de las autoridades, en caso de que no cumplan.
