DE MI LIBRETA

Por José Patiño Patiño.

Quienes hemos vivido muchos años en esta frontera, sin duda, no olvidamos  las costumbres de esos tiempos, pues la mayoría de los residentes se conocían, había una tranquilidad, y una paz social, que ahora se ha perdido, por el enorme crecimiento de la población , por el desarrollo económico, y por las fuentes de empleo, que han encontrado un lugar muy especial para sus intereses capitalistas.

Ciento de familias, vivíamos  sin cerco en el hogar, y ahora vivimos mas protegidos que en una prisión, familias sacaban sus catres para dormir afuera, por el intenso calor, contábamos con pilas , y los famosos tambo de 200 litros, que adquiríamos de las  pipas que vendían el preciado líquido,  para contar  con agua para las necesidades del hogar  y de la familia, todos nos saludábamos al pasar frente a las casas, o en la calle, era realmente un ambiente  sumamente diferente…

Los agricultores, tuvieron su época de oro, con el oro blanco, y quienes les gustaba divertirse, hasta cerraban cantinas para convivir o beber  con sus amistades, aunque tuvieran casa de cachanilla, pero con carros del año.

Otros se convirtieron en ciudadanos destacados de la comunidad, pues supieron administrar  sus recursos, y les dejaron recursos a su familia, y quienes siguieron el ejemplo de trabajo, siguen logrando buenas expectativas en beneficio de sus hogares.

Había una mayor conciencia de apoyarse unos a otros entre las familias, ahora sin duda son pocos los hogares, que siguen con esa tradición tan importante, para evitar la enorme problemática que ahora nos tiene asolados, , por los vicios y venta de droga que se registra, sin que haya gobierno alguno que pueda lograr  no solamente en los estados sino a nivel nacional, para evitarlo.

Miles de jóvenes deambulan por las calles  sin rumbo fijo, y  los padres de familia, en ocasiones han perdido la autoridad que tanto se necesita, en una sociedad que cada día encuentra mayores facilidades de desviar su camino.

Este enorme problema social, tiene a miles de hogares, con serios problemas, no solamente de salud, sino económicos, y ha generado una enorme ola de robos,  y delitos de todos colores .

Cada día vamos perdiendo conciencia de nuestros actos, vamos perdiendo cada día mas, el respeto hacia los demás, exigimos justicia,  para  pero se nos olvida que también debemos ser justos.

Criticamos todo lo que sucede, pero no somos capaces de proponer soluciones, ni logramos unirnos, y las cosas solo se politizan y nunca se solucionan.

San Luis R.C. ya es una ciudad, que está muy lejos de la capital y ha sido factor, de que algunos gobernadores, no determinen recursos, para tratar de impulsar su desarrollo, pocos han sido quienes han invertido en en esta frontera, y el rezago en infraestructura es enorme.

También no hemos logrado superar, el divisionismo que generan los Partidos Políticos,  y los militantes que llegan al poder, siempre han demostrado un mayor favoritismo, para los estados y municipios de su color, sin importar las necesidades de la población , aspecto que también debemos luchar por cambiar esa mentalidad, pues debemos considerar que quienes llegan al poder en el país, con el voto de los ciudadanos, en base a las miles de promesas que hacen en su campaña, y que las necesidades no tienen colores, por lo que todos deben llegar para servir y no para servirse.

La inseguridad  es nacional, estatal y municipal, hay estados y municipios manejados por el narco, en donde se registran enfrentamientos a diario y hay muertes no de uno sino de grupos y sin embargo los gobernantes , ni oyen ni escuchan, ni se acongojan.

San Luis R-C.  está entrando en esa lamentable situación, y no por culpa de los Gobernantes a nivel estatal y municipal, sino por otros factores , en donde destaca la falta de respeto y aplicación de las leyes, en los tres niveles de gobierno.

 

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Revista Noroeste

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